La bella Lapa Roja

La lapa roja, ara macao o guacamayo – ya solo el nombre suena como un baile latino – con sus espléndidos colores, su bullicioso parloteo y su elegante vuelo habla mucho a la imaginación. Y no sólo a la nuestra…

Para los aztecas, este ave estaba relacionado con el sol, y las plumas muy buscadas para los elaborados plumarios.

Igual fue para los maya, quienes veneraban el plumaje cuyos colores para ellos representaban el sol y el cielo. Muchos dibujos en las ruinas mayas de Copán, Honduras, son testigos de la importancia que tenía el guacamayo. Tanto impresiona, que Honduras la eligió símbolo nacional.

Más cerca, aquí en Costa Rica, para el pueblo Maleku (pueblo indígena en la región de Guatuso, Alajuela), el ave es sagrado pues simboliza la creación del universo. Además, ¿sabías que el guacamayo es como el cisne? Tiene una sola pareja en toda su vida. Por eso también es símbolo de fidelidad.

El guacamayo se encuentra en gran parte de América Latina, desde México a Bolivia, y busca los bosques húmedos tropicales cerca del mar o de lagos. En Costa Rica, antes fue encontrado en ambas costas, no obstante, ahora se encuentra casi únicamente en el lado pacífico. La mayor populación se encuentra en el parque nacional de Carara.

Puede llegar a medir 80cm de la punta de un ala a la de la otra, y pesar 1 kg. Se alimenta de semillas duras principalmente, aunque también come frutas, insectos e incluso algunas flores a veces. Como le gusta el vuelo alto, se le encuentra mucho en las copas de los árboles, y anida en los troncos huecos de altura. Uno de sus árboles favoritos es el ceiba.

En libertad, a menudo no llega a más de 15 años de vida, aunque se sabe que puede llegar a 70 años y más.

No obstante, no todo es bonito y el guacamayo ha sido víctima de sus grandes cualidades.  Tanta belleza, además de su gran inteligencia que les permite aprender trucos y palabras, e imitar voces, lleva a muchas personas a querer tenerlos como mascotas y enjaularlos. Por suerte, el mundo y los pensamientos evolucionan, y hoy en día, en muchos países, incluida Costa Rica, ya no se permite tenerlas en cautiverio.

En el año 1990 la especie estaba casi extinta en el país. Ahora de nuevo hay más esperanza, gracias a programas de protección que favorecen la siembra de árboles preferidos por estas aves para hacer sus nidos como el ceibo y el javillo, la educación ambiental en los pueblos para que cesen los robos de pichoncitos y la cacería, y otras acciones como la apuesta al ecoturismo, se logró aumentar de nuevo la población de lapas rojas en años recientes. Aún así, muchas lapas que han estado en cautiverio no podrán más ser liberadas y permanecen en santuarios como el Santuario de Lapas Natuwa.

Con todo lo anterior, ya te habrá quedado claro…cuando vemos las lapas rojas surcar los cielos aquí en Tango Mar, como si nada; cuando las escuchamos charlar y charlar en la tarde en los árboles… no podemos más que sentirnos una inmensa felicidad y un gran privilegio por ser testigos y ver estas aves con tanta belleza, tanta elegancia y sobre todo….en tanta libertad.

Fuentes:

https://es.wikipedia.org/wiki/Ara_macao

https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/ambientales/article/view/12101/16790

https://areasyparques.com/peligroextincion/aves02/

https://redhonduras.com/cultura/guara-roja-cultura-maya/

https://www.natuwa.com/el-santuario-de-lapas/