El sol se luce

Es mágico despertar en Tango Mar y ver el sol asomarse con un suave reflejo dorado en las palmas frente a la ventana. Oír el golpeo de las olas. Salir a la playa desierta y ver un pájaro solitario volar justo encima del agua, en busca de un pez descuidado para su desayuno. Pensar en nada más que en el privilegio de estar ahí, como si el mundo fuera tuyo.

En Tango Mar damos la milla extra para que tu estadía con nosotros sea inolvidable. Nuestro personal se esfuerza para que te sientas realmente de vacaciones, y en la cocina te preparamos los platillos con los mejores ingredientes…y con mucho amor.

Sin embargo, la experiencia más especial aquí, no te la podemos vender u organizar. Te la regalamos: el disfrute del amanecer a un lado y el atardecer al otro lado de la playa. La sensación de paz al escuchar el sonido de las olas.

Lo que sí podemos venderte es un delicioso café antes del desayuno para que lo disfrutes en la terraza y cierres los ojos, mientras que los pajaritos en los árboles se van despertando y alistando para iniciar su concierto diario, y poco a poco van llenando el día de vida y alegría.

Podemos organizar tu día con actividades para todas las edades y condiciones, para que nunca olvides tus vacaciones con nosotros.

Y para que estés de regreso para la hora dorada, cuando el sol se va escondiendo detrás de la montaña, en un espectáculo de colores de fuego que poco a poco se van apagando para dejar pasar la noche.

Si tienes suerte y el cielo está sin nubes, es posible ver miles de estrellas encima del mar. Y luego, poco a poco, los ruidos del día se desvanecen de nuevo para que te duermes con ningún otro sonido que, de nuevo, el golpeo de las olas.